GRACIAS A LA DANZA QUE ME HA DADO VIDA

 

“Ella está en el horizonte –dice Fernando Birri–. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”. Eduardo Galeano. El libro de los abrazos.

 

“El acto de conocer no es pasivo” Darío Sztajnszrajber.

 

Considero que lo maravilloso del conocimiento es que genera mayor deseo de sí, es una búsqueda insaciable, en la que cualquier tipo de meta se desdibuja totalmente. Así es como percibo el aprendizaje, un proceso que se alimenta, se transforma, está en permanente movimiento. Así percibo mi búsqueda por habitar el espacio como artista del movimiento.

​

El conocimiento adquirido en las clases de Danza Contemporánea, Biodanza y Contact Improvisation en los Cursos Libres de Extensión en la Academia Superior de Artes (ASAB), los múltiples talleres de danza contemporánea y exploración corporal en la Compañía de Danza Contemporánea Danza Común y la rigurosidad del entrenamiento físico en la Liga de Gimnasia de Bogotá, son los cimientos de mi formación. Allí me encontré con las primeras herramientas de la danza contemporánea, como el release, la relación con el piso, las nociones de centro-periferia, la improvisación, el trabajo colectivo, la potencia, la precisión y la autodisciplina, además del disfrute como parte fundamental de la danza. 

​

Comenzando el año 2017, ingresé a la carrera de Artes Escénicas, con mi cuerpo a disposición del estudio del movimiento. En el ciclo básico, las maestras y maestros con su enseñanza cuidadosa me acompañaron en mi etapa de adaptación, ya que estaba poco acostumbrada a ser evaluada, a cuantificar mi proceso, a rendir mi aprendizaje logrado en fechas específicas, en resumen, a la academia. Personalmente tuve la posibilidad de afianzar conocimientos previos y profundizarlos, incorporándolos y nombrándolos, nunca había bailado con nombres específicos de los movimientos y posturas. Así fue el caso de las asignaturas de Principios de la Danza I y II en el módulo de Ballet donde conocí los conceptos básicos y mecanismos para adaptar mi cuerpo a diferentes tipos de danza, como por ejemplo las posiciones de los pies y brazos de la danza clásica y la elongación, teniendo como eje el cuidado del mismo, su alineación y fortalecimiento, conceptos que fui incorporando y que hoy en día comprendo muy bien, así mismo como la contraposición de fuerzas y el equilibrio, son conceptos primordiales para mis improvisaciones.

​

En el caso de las asignaturas Principios de la Danza I y II en el módulo de Danza Contemporánea y Principios de la Somática I y II, el proceso fue más fluido, ya que contaba con conocimientos previos que me permitieron una asimilación más espontánea. El manejo del movimiento continuo y circular, la exploración de movimientos en relación al piso y el desarrollo de una conciencia integral, fueron elementos donde me sentí cómoda y me permitieron contribuir en el desarrollo de mis pares. Afiancé la visión sistémica y holística de mi cuerpo pasando por la respiración, la memoria y la activación muscular necesaria para una postura activa o en movimiento. Ésta consciencia holística en las posturas en yoga por tiempo prolongado es un aspecto al que me enfrento actualmente con atención y tranquilidad para integrarlo cada vez más en mí.

​

Recuerdo con mucho cariño a la maestra de Filosofía del Acontecimiento por abrir muchas ventanas en mi percepción de vida, de género y de la mujer, perspectivas que me ayudaron a desarrollar un pensamiento crítico, el cual apliqué en mis próximas investigaciones de puesta en escena. Esto pude ponerlo en práctica en mi muestra de cierre de Ciclo Básico, se dio el espacio para que cada quien propusiera algo de sí mismx y fue mi primera oportunidad en el aula múltiple para manifestar mi visión acerca del cuerpo desnudo como forma primaria del ser humano, parte importante de mi expresión corporal, pues antes de entrar a la universidad ya participaba posando desnuda para dibujo y fotografía en universidades, academias y grupos de arte, además de posar y maquillar para Body Paint en grupos de estudio y muestras en galerías de arte; todo esto se fue nutriendo con el paso de los semestres.

 

Comenzando el Ciclo Profesional, me inscribí al Laboratorio de Obras de Pequeño Formato, donde empecé a cuestionarme cómo debía hacer un solo: indagar en los tiempos, la temática, cómo expresar lo que quería decir y los elementos de la puesta en escena que lo componen, tales como el vestuario, los objetos en escena y la musicalización. De esta forma fui desarrollando una visión holística de mis creaciones que me llevó a una concepción ritual de estas. Fue un proceso que afiancé en el Ensamble de Danza “Mudanzas” donde ya tenía una mayor comprensión sobre los aspectos a tener en cuenta para la composición de un solo, estar presta a una escucha sensible y atenta a lo que va naciendo en su seno, a la escena se le da lo que pide. Actualmente sigo trabajando y estudiando en las múltiples formas de procesos de creación de solo y en colectivo, el símbolo y la poética del contenido que se comparte en mis creaciones.

​

En este sentido, el desnudo, la música compuesta para cada creación, la selección de objetos poéticos y la confección de vestuarios, se afianzaron como los elementos recurrentes en el universo de mis creaciones.

 

En Técnica Básica de Danza Contemporánea tuve dificultades con mi memoria coreográfica y experimenté un choque con la técnica de danza moderna dictada por el maestro Humberto Canessa. Para mí esta técnica representó un reto, ya que proponía en gran medida el manejo del cuerpo en la vertical, además de habilidades con las extremidades superiores y los giros. Mediante el diálogo con el profesor y la exploración, a lo largo de tres semestres, fui incorporando la técnica comprendiendo la estructura básica de los movimientos, el manejo del peso para la velocidad requerida y creando mecanismos para la eficacia en la memoria coreográfica. Desde este periodo la seguridad en mí misma me ayudó a afianzar mis relaciones entre pares, creando equipo y entrando en dinámicas más arriesgadas en pos del desarrollo propio y en colectivo. Soy consciente de que hay un potencial de desarrollo gracias a la repetición y el trabajo constante de la memoria y del trabajo de saltos propuestos en ésta asignatura.

 

En la Técnica Básica Somática de Oriente, con la práctica de yoga, incorporé el manejo consciente de mi cuerpo en mis prácticas cotidianas, tales como, la alineación de mi espalda y la relación de mis rodillas con mis tobillos al montar en bicicleta, y mi postura sentada en frente a la máquina de coser y los estiramientos frecuentes, como prácticas de cuidado en mis jornadas de trabajo. Estos elementos fueron parte de dos talleres que guié, uno para niñxs dictado en el Barrio Kennedy en el marco de la Beca Parques Para Todxs, en el que involucré ejercicios de consciencia corporal con el objetivo de sensibilizar la percepción propia y del otrx; y el segundo en el marco de la 9° Feria del Libro Independiente y Autogestionada (FLIA), ofrecido para personas de todas las edades, donde la conciencia corporal se manejó desde ejercicios de imaginación y confianza entre pares. Además del trabajo físico que ofrece ésta técnica desde el Yoga, actualmente indago sobre los principios humanos universales y personales que propone (Yamas y Niyamas), para aplicar en la relación con mi entorno basada en el respeto y la importancia de cada ser vivo en el mundo.

​

Quiero destacar mi proceso con la maestra Sara Regina Fonseca, con quien cursé las materias Técnica Básica de Danza Contemporánea, Laboratorio de Laban y Puesta en Escena Historia de la Danza Siglo XIX y XX. Con ella desarrollé una perspectiva crítica frente a los procesos históricos de la danza y sus repercusiones, contribuyendo a reconocer a las mujeres que han hecho grandes aportes en todos los aspectos de la historia. Así mismo comprendí la importancia del estudio detallado del movimiento, aprendiendo, por ejemplo, como el movimiento secuencial va desde un punto a otro generando espirales interminables, como llevar las pautas hasta las “últimas consecuencias”, como con el análisis de movimiento de Laban se pueden tener múltiples herramientas, dinámicas y tiempos para la creación en el espacio y como rescatar los procesos de movimiento en todos los aspectos de la vida. Las enseñanzas de la maestra Sara tienen un gran eco en mis estudios actuales de movimiento, donde profundizo en la repetición consciente, el movimiento ininterrumpido, intenso, que va más allá del mismo límite de la piel.

​

Las materias de Ensamble de Producción y Laboratorio de Diseño para la Escena fueron cruciales en mi proceso, pues, he tenido trabajos extracurriculares de producción y dirección de arte, y en varios ensambles y otras asignaturas he hecho el vestuario de mis compañerxs, éste aprendizaje empírico lo apliqué en éstas materias y así mismo gracias a la generosidad de las maestras Natalia Cuellar y Milena Forero quienes impulsaron mi proceso pude comprender la terminología técnica que se utiliza en el campo profesional, confiar en mis capacidades e investigar más a profundidad estas disciplinas del arte que me cautivan.

​

En el Ensamble de danza dirigido por la maestra Jenny Ocampo, nos centramos en la improvisación, investigación que vengo desarrollando en laboratorios y otros ensambles, pues es una disciplina que me satisface y gozo en gran medida.

Actualmente profundizo mi investigación desde la improvisación, indagando la relación entre el movimiento, el sonido, la intención y el concepto o discurso, y su repercusión en el entorno y la sociedad.

​

Aunque no cambiaría por nada el encuentro entre los cuerpos, la experiencia de bailar en casa a causa de la pandemia, develó algo en mí, mi cuerpo se expandía con mayor confianza, el espacio y objetos de mi lugar de entrenamiento - escenario - habitación - casa desempeñaron un papel muy importante, podía recorrerlo, derretirme, dialogar, escurrirme y rendirme ante este espacio seguro, aunque conocido, inexplorado de estas maneras.

​

Agradezco al movimiento incesante, a mi cuerpo sintiente, a la danza que me brinda sosiego, al piso que resbalo, al aire que me sostiene y me suelta, a lxs seres con quienes me enhebro, como la música y lxs otrxs cuerpos.

Agradezco a las mujeres que me guiaron, inspiraron y encauzaron, potenciando lo que soy desdibujando las fronteras de mi propia piel.